Los Siete Palos Secos. La unión hace la fuerza.

Una madre tenía siete hijos. Cayó en cama con una enfermedad incurable y, al adivinar que se acercaba la hora de su muerte, llamó a sus hijos y les dijo:
– Se que voy a morir muy pronto y quiero que cada uno de ustedes salga de la casa y me traiga un palo seco.
Así lo hicieron los hijos y muy pronto todos estaban de regreso cada uno con un pequeño palo seco.
La madre agarró el palo que había traído el hijo mayor, y se lo dio al más pequeño de los hijos, diciéndole:
– ¡Pártelo!
El hijo menor lo hizo sin dificultad alguna.
-¡parte ahora otro!
Así el más pequeño partió todos los palos sin problema.
– vuelvan a salir y me traen un palo parecido al que me trajeron antes.
Cuando estuvieron de vuelta, la madre le pidió el palo seco a cada uno de sus hijos. Los amarró fuertemente y le dijo al hijo mayor:
– Tú eres el más fuerte, parte los palos.
Por mucho que se esforzó, no pudo.
– ¿No puedes?
– ¡No!
– ¿Alguno de ustedes puede?
Por mucho que todos lo intentaron, ninguno fue capaz.
– Recuerden bien esta lección. Mientras estén unidos, nadie podrá con ustedes. Pero si pelean, se separan y cada uno va por su lado, serán fácilmente vencidos.